Participación de Venezuela dentro de los Organismos de Integración Latinoamericana

que poseen la finalidad de consolidar la unión de los países de América Latina y el Caribe acorde a sus similitudes políticas, sociales, económicas, culturales, religiosas, lingüísticas, ideológicas y geográficas, entre otras; para así poder crear relaciones comerciales, políticas y sociales para el abastecimiento de recursos y beneficios entre dos o más países. Entre estos organismos podemos destacar la Comunidad Andina, el Mercosur, la OEA y la OPEP.
La OPEP fue fundada en el año 1960 con 14 países miembros, los
cuales poseen las mayores reservas de crudo, posicionándolo, así como un
organismo vital en el mercado petrolero, dichos miembros se unen con la
finalidad de acordar el volumen de la producción del petróleo crudo. Venezuela,
siendo un miembro fundador de dicha organización, fue perdiendo el respeto de
lo que antes llego a representar en la OPEP, debido a sus intentos fallidos de
mejorar la situación frente a la crisis del petróleo en los años 70; a eso se
le suma la idea fallida de promulgar las doctrinas de izquierda a través de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los
Pueblos. Es por ellos que actualmente Venezuela ha sido exiliada, quedándose
sin participación alguna en cuanto a la toma de decisiones dentro de dicha entidad.
En cuando a la Comunidad Andina (fundada en el año 1969, con
4 miembros en la actualidad), la República Bolivariana de Venezuela ingresa a ella
en el año de 1973, pero formula su retiró de la Comunidad en 2006 (presidencia,
Hugo Chávez) como protesta a los futuros Tratado de Libre Comercio (TLC) que
firmarían Colombia y Perú con Estados Unidos, en dicho retiro, el presidente
del momento relato que consideraba a la misma Comunidad como una entidad “muerta”.
Cabe destacar que un tratado de libre comercio consta de un acuerdo comercial
regional o bilateral para ampliar el mercado de bienes y servicios entre los distintos
continentes o básicamente en todo el mundo. Este acuerdo se rige por las reglas
de la Organización Mundial del Comercio (OMC) o por mutuo acuerdo entre los
países.
Dentro del Organismo Mercosur, Venezuela sufre una suspensión.
En agosto de 2016, los presidentes de Brasil, Argentina y Paraguay, presentes
en Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos, se reunieron para tratar la
suspensión de Venezuela de dicho organismo. Los tres países presentaron dudas
sobre si Venezuela cumple con los requisitos para ser un miembro pleno. El 21
de noviembre de 2016, el ministro paraguayo de Relaciones Exteriores (Eladio
Loizaga) notificó que Venezuela sería suspendida en diciembre de 2016 después
de que el país recibiera un período de tres meses para restablecer sus leyes.
Se reclamó el cumplimiento de las exigencias del Mercosur, principalmente en
cuestiones de comercio, política, democracia y derechos humanos. El 1 de
diciembre de 2016, Venezuela fue suspendida del Mercosur.
El 5 de agosto de 2017 los ministros de Relaciones
Exteriores de los cuatro países miembros suscribieron en São Paulo, Brasil, una
declaración de acuerdo a la cual en Venezuela se produjo una “ruptura del orden
democrático” y que, tras intentar infructuosamente realizar consultas con el
gobierno de Nicolás Maduro, se procedió a sancionar al país con la suspensión
indefinida “de los derechos y obligaciones” pactados en el Mercosur según lo
contemplado en el Protocolo de Ushuaia.
Finalmente se puede presentar la Crisis política de
Venezuela dentro de la OEA. En 2012 el presidente Hugo Chávez realizo unas
críticas dirigidas a la OEA, declarándolo como un organismo al servicio de los
intereses imperialistas de Estados Unidos en el continente americano y denunció
la Convención Americana de Derechos Humanos, así como la jurisdicción de la
Corte Internacional de Derechos Humanos sobre Venezuela.
Ante las continuas críticas de Luis Almagro (Secretario
General de la OEA) sobre la situación en Venezuela; en abril de 2017 el
presidente de Venezuela Nicolás Maduro comenzó el proceso del retiro de la
Organización tras lo que calificó como una serie de ataques indiscretos por
parte de un grupo de países en el seno de la OEA y de su Secretario General, a
instancias de Estados Unidos. Para concretarse dicha salida, una vez
denunciada la carta fundamental de la OEA tienen que pasar dos años desde que
iniciado el proceso de retiro y liquidarse toda deuda con el organismo que
asciende a la cantidad de 12 millones de dólares.
En tanto se cumplía el plazo de la salida formal de
Venezuela de la OEA, se emitió una resolución el 5 de junio de 2018 sobre el
desconocimiento de la legitimidad de las elecciones presidenciales realizadas
el 20 de mayo de 2018 en Venezuela.
Posteriormente, en 2019 la Asamblea Nacional desconoció el
gobierno del presidente Nicolás Maduro y reconoció a Juan Guaidó como
presidente encargado para un gobierno de transición, gobierno reconocido por
algunos países dentro y fuera de la región de la OEA. Bajo esta nueva situación,
a vísperas de cumplirse los dos años para formalizar la salida de Venezuela de
la OEA, la Asamblea Nacional nombró a Gustavo Torre como nuevo representante
permanente ante la organización, quien tomó asiento el 9 de abril, dicho
representante de inmediato detuvo el proceso de retiro de Venezuela de la OEA,
aseguró que se liquidará la deuda que se tiene con este organismo, anunció que
se reintegrará este país a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a
la Corte Interamericana de Derechos Humanos y en la operación diaria del
organismo calificó de dictadura al gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. Por otro
lado, el gobierno de Nicolás Maduro continuó con el proceso de salida de la OEA
y su ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza anunció el 27 de abril
que "Desde hoy la República Bolivariana de Venezuela no pertenece a la
OEA. Estamos fuera de la OEA por voluntad del pueblo, habiendo cumplido con
todo lo que establece la carta fundacional". A pesar de este anuncio, Venezuela
sigue siendo miembro de pleno derecho en la OEA.
Debido a los problemas interinos, en Venezuela se ha hecho difícil realizar una debida integración a nivel Latinoamericana de la misma, como se reflejo al principio, estos organismos están hechos fundamentalmente para el intercambio comercial y de tal manera que los países de Latino América tenga apoyo unos de otros, ahora, sin nada que ofrecer debido a los problemas de democracia los cuales no permiten dejar ideas claras y precisas dentro del país (ejemplo más claro el conflicto del Gobierno del Presidente Interino contra el Gobierno del Presidente Ilegitimo), con una reputación dudosa y rechazo de otros países debido a las doctrinas de izquierda propuestas por presidentes que han pasado por el gobierno venezolano (lo cual se ve reflejado en la OPEP) y la mala administración en cuanto a la trata de la reserva de petróleo, Venezuela se ve obligada a quedar en el aire (o rechazada) en cuanto a relaciones comerciales con los demás países, teniendo una mínima participación en los organismos de integración a los que pertenece (por los momentos)
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